Los volcanes son manifestaciones geológicas de la intensa actividad magmática del manto terrestre, generada por el calor y los fuertes campos magnéticos y radiactivos del núcleo terrestre. Ciertos fluídos de la astenósfera tienden a elevarse por perder densidad producto del calentamiento, provocando rupturas en la rígida corteza, por donde tenderán a salir inmensas burbujas de gas y lava. La mayoría de los volcanes perteneces al tipo de los estratovolcanes, con formación de conos de lava endurecida en torno a la chimenea. Pero existen otros, menos conocidos y mucho más peligrosos, que son los volcanes sin cono, consistentes en una enorme caldera capaz de hacer colapsar enormes superficies de corteza y provocando cataclismos de dimensiones colosales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario